martes, septiembre 25, 2007

Carretera y manta




Así se decía y se sigue diciéndo en la España de nuestros dias cuando, por diferentes causas, todo aconsejaba a seguir nuestro camino. A continuar el rumbo más o menos trazado, con o sin cojeras, con compañia o sin ella.

Me encantaba este y otros términos geniales como el "que te den morcilla" que venían a graficar el "no estar ni ahi" con la persona o situación que se estaba presentando.


Al escuchar diálogos sabrosos entre españoles uno no podía más que admirar la sinceridad, el genuino cabreo de los enojados, y el echar fuera todo lo que realmente se estaba sintiendo en esas situaciones. El enojo-enojo. La rabia-rabia. Equivalentes a la hipocresía-hipocresía y standard doble acostumbrados por aqui en la latitud 33º.

"Carretera y manta, tío" era el equivalente a que te dieras media vuelta y siguieras tu camino, del que por algún motivo te desviaste, y tuvieses a mano algo de abrigo porque lo demás como que viene por añadidura.

O también la denominación en español de las "road movies", las películas de carretera (y manta) como la genial "Little Miss Sunshine" o "Thelma y Louise"...

Expresarse, sentir, decir, comunicar...acciones tan difíciles de articular bien en profundidad, pero de una importancia tal que definen el futuro de relaciones, trabajos, vivencias. De tu vida misma.


"Vamos, decíme , contáme todo lo que a vos te está pasando ahora" cantaba la Sosa y Piero en un estribillo memorable, y que continuaba cual mantra de sanación esperando tiempos mejores.


Porque sino cuando tu alma está sola llora


hay que sacarlo todo afuera, como la primavera


nadie quiere que adentro algo se muera


hablar mirándose a los ojos, sacar lo que se puede, afuera


para que adentro nazcan cosas nuevas.

miércoles, septiembre 12, 2007

Placer

...de tanto que me gusta me estoy volviendo mono...