miércoles, mayo 10, 2006

Un café con el Guardafaro.




Cortado con dos de azúcar


- ...y no es muy sola su vida aqui?

- Igual como podría llegar a ser la de una persona viviendo en plena ciudad...rodeado de gentes, acompañado de ruidos, pero solo.

- ¿Cómo así..?

- Mire, vivo una soledad muy acompañada. Soy testigo de momentos sublimes, como cuando el Sol y la Luna pasan de anónimos a protagonistas. Vivo intensamente y sin sustos los fenómenos climáticos, las marejadas y tormentas. Siento el cobijo necesario para no zozobrar cuando se hace noche. La oscuridad es mi aliada.

-Entonces...¿a qué le teme una persona como usted..?

-A nada ni a nadie. Voy por la vida sorprendiéndome cada vez que por aqui delante pasan las cosas más evidentes. Las de mayor tamaño. No sé lo que es tener miedo. Al contrario, sirvo de guía, incluso mio, en silencio, estando seguro y transmitiendo seguridad. Sin comparárme con ninguna divinidad...soy Luz.

- ¿Podríamos decir que es feliz..?

-Por supuesto. Inmensamente feliz. Aunque su concepto de felicidad puede ser distinto al mío. Toda mi vida he hecho lo que he querido, desde los astilleros de la vida hasta este remanso maravilloso de ser hombre-faro. He tenido Dios, salud, familia, mujer, hijos.... Y amor, mucho amor, que es lo más importante, lo que mueve todo y a todos... Amo lo que hago. De la misma forma en que aprendí a caminar aprendí a escuchar. Entiéndo más a las personas, las situaciones y ya no me provoca cambiarlas. Será por mirar todo desde esta atalaya. Casi..."de-formación" profesional (risas)...
El mismo hecho de estar tomándome un café con usted, aqui, en las alturas, con esta visión extraordinaria y particular del mundo en que habito, sin contaminación de ningún tipo, comunicándonos profundamente...no le parece motivo suficiente para ser feliz..?

-¿Qué le gustaría que le pasara...cuales son sus sueños?

-Si por mi pasase, me quedaría donde estoy, llevando una vida simple, en plenitud y felicidad, aprendiendo dia a dia y agradeciendo despertar cada mañana....aunque me tomaran por un loco solitario . A fin de cuentas y en los tiempos que corren ¿ quien en su sano juicio puede hablar objetivamente de locura..?

Y al terminar de conversar, se para, mira detenidamente el profundo azul del atardecer y agrega

-...y la música....ha sido tan parte de mi vida como los silencios que la componen. Imagínese seguir aqui con esta música de fondo y extensión infinita sobre la que se puede hasta componer....
...Me recuerda esa canción que tiene tanto que ver con lo que hablabamos y que dice algo asi como

"...Cuando está oscuro
y ya nadie te oye
cuando cae la noche
y no paras de llorar

Al final del túnel
de los desahuciados
hay un puerto abierto
a quien ansía llegar

Yo estaré en el faro
de los ahogados
Te estaré esperando
No vayas a demorar

Una noche larga
de una vida corta
pero no me importa
basta poderte ayudar

Y son tantas marcas
que ya forman parte
del que soy ahora
pero no pienso aflojar

Yo estaré en el faro
de los ahogados
Te estaré esperando
No vayas a demorar."


4 comentarios:

Cursivas dijo...

Me enamoré de tu post!!
Qué bueno leerte.

Kriños,

Kein dijo...

Me encantó eso de "...cuando el Sol y la Luna pasan de anónimos a protagonistas..."

Ando recorriendo para conocer un poco de cada uno...

Nos vemos..!!!

LaRomané dijo...

Sinceramente srpia una condena para mi vivir en soledad...necesito de las palabras ajenas...

Cariños
x0x0x0
LaRomané

Anónimo dijo...

Como guardián de otro faro en los confines del universo, no puedo menos que concordar con muchas de las ideas de mi colega. Desde lo alto de un faro se ven muchas cosas, y se aprenden muchas otras, entre ellas saber que la soledad no existe y que la felicidad no está allá afuera. Y con el tiempo, llega el momento en que uno no saba si la luz del faro que se guarda es una cosa distinta de uno, o si somos una sola y única cosa. A partir de ese momento, también las distancias dejan de existir.