De vuelta al colegio

Ayer viví una experiencia diferente. Única.
Por invitación hecha por el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) a la Universidad del Pacífico donde doy clases de Producción Audiovisual en la carrera de Publicidad, estoy sentado como uno más en un grupo de veinte alumnos de entre 5 y 7 años de edad.

Es una sala diferente. Dispuesta con varios micro-espacios que invitan a actividades diversas. Limpísima. Pulcra. Colorida. Entretenida. Invitante. Con decenas de alternativas de aprender divirtiéndose.

Es un Colegio Montessori. Una "clasificación" de la que había escuchado cantidad de veces, pero de la cual no sabía más detalles. Solo que era un estilo de educación digamos...especial. Que se le permite a los niños, a los alumnos aprender en un ambiente de trabajo permanente, no distractivo. De muchísima concentración. Con mucha libertad pero con un alto sentido de las responsabilidades personales.

De la Universidad somos un grupo de treinta alumnos y dos profesores. Nos ubican rigurosamente de a dos por sala. Una vez dentro, dos atentas "misses" nos saludan con calidez y sobre la marcha nos entregan un afiche de advertencias para que lo leamos. Brevemente se le pide a las visitas (en las que a veces se cuenta a los propios padres que pueden compartir clases con sus hijos) que seamos uno más dentro del espacio, que no nos comuniquemos de ninguna forma con los niños para que se logre no interferir la concentración y la dinámica del grupo en general. Y que tampoco deambulemos sin rumbo fijo en la sala en son de "descubridores".

Suena una música muy agradable en los primeros diez a quince minutos en que parecen los preparativos de un despegue. Luego todos se sentarán en circulo en el suelo y se darán los buenos dias cantando una canción ad-hoc y muy sonrientes. Son las 8:30.
Con voz suave y aterciopelada (jamás se escuchó un grito, una corrección destemplada, una disonancia) comienzan una conversación de absoluta actualidad. El clima, los problemas medioambientales, lo que significan alerta, pre-emergencia y emergencia van fluyendo como si fueran elementos sabidos de siempre. Otra pregunta simple al azar, como...qué dia de la semana es hoy. Qué mes. Cual año. Y esas mentecitas hacen esfuerzos simples y van entendiendo porque no es martes y si miércoles. Y porqué no Marzo y si Mayo. Todo interactivo, conversado, comunicado. Contado.

Llama la atención en que se mezclan los de 1º a 3º básico con ambos géneros. Los observo, que a eso vinimos, y se leen interacciones, nivelaciones naturales, descubrimientos, intuiciones en una etapa tan crucial de esas vidas infantiles. Veo niñez proactiva, respetuosos por su prójimo, suaves al expresarse y moverse. Una exquisita musicalidad en sus vocecitas y las de sus profesoras y recuerdo el viejo, pero no por eso equivocado concepto, de que los niños harán lo que vean de los "grandes". Luego, el que quiere trabaja en grupo. El que no, puede hacerlo solo y en silencio. No hay imposiciones claramente expresadas. Hay una dinámica liberal, responsable y un trato sutil que dista mucho de lo que recibimos y se sigue recibiendo en la educación clásica. El reglazo, lo intimidante, lo agresivo...simplemente no existe.
Los percibo muy entretenidos, no violentos, no gritones, y con un respeto y templanza únicos. Ninguno de los veinte nos ha mirado ni ha hecho sentir como "extraños". Al contrario, nos han observado con el rabillo del ojo, de improviso, en un abrir y cerrar, tal como hemos hecho nosotros.

No dejo de preguntarme si el propósito de indagar con mi grupo de alumnos sobre qué temas y programas les gustaría ver en la extraña TV de hoy, logrará buenos resultados. O resultados, a secas. Hay que hacer programas-piloto para el CNTV y el Colegio elegido para la muestra no puede ser mejor. Nivela hacia arriba. Casi una elite de elegidos. Los proyectos aprobados contarán don dinero para realizarlos y el dia de mañana niños de la misma edad de estos podrán estar viéndolos por la señal Novasur del cable. En Aysén. En San Pedro. En Yungay.

En mis ensoñaciones permanentes, me trasporto a aquellos años de estudiante en Colegio solo de hombres, e imagino cuanto más diferente y enriquecedor es el aprender con compañeras del sexo complementario a tu lado, relacionándote, no compitiéndo, fluyendo. Comprendiéndolas como quieres ser comprendido. Y con el agregado de tener "mayores" y "menores"en perfecta e inteligente-emocional convivencia.

Después de un recreo de 15 minutos, entro antes a la sala y, a medida que van entrando los niños y niñas, se me van acercando y a rodearme en mi lugar donde escribo. Les llama la atención mi escritura con mano izquierda. Y de alli se largan , se sueltan a preguntarme absolutamente de todo. Lo que me da el pié preciso para hablar de lo que se trataba.

¿Que te gustaría ser cuando salgas de todos los estudios..? Y aparecieron los veterinarios (el amor por los animales y el tema ecológico es primordial en esa y todos los estilos de enseñanza actuales), una actriz, un médico naturista, un futbolista, un químico y un equitador....

Y lo que quisieran ver:

"Noticieros sin tantas tragedias
Cuidados a la naturaleza
Cuidados a los animales
Aprender a cocinar
Más información sobre los extraterrestres para conocerlos un poco más.
Noticias sin tantas peleas y más temprano
Como evitar accidentes escolares
Como trabajar la voluntad
Las tecnologías del futuro
Cómo se contamina el mundo
Un programa de experimentos a las 3 de la tarde..."

Elocuentes.
Nos despedimos de mano y de beso. Me enternecen hasta más no poder. Algunos me piden mi mail y lo anotan en su pequeñita agenda de hombres "grandes".
Son los "locos bajitos" a los que le cantaba Serrat, que de locura tienen harto poco.

Adorables.
El futuro que ya llegó.








TV+educativa
Niños
Futuro
Educación