domingo, septiembre 25, 2005

Reality


"Fasten seats belts". Inolvidable letrero encendido cuando vas a emprender o regresas de un viaje por los aires...Y también indicador obligado de turbulencias, esas que hacen transpirar las manos, mirar al techo y decir una que otra puteada por estar metido en un callejón con/sin salida. Tu lo elegiste y ahora te jodes, mientras las azafatas hacen lo posible por contener los carros con el catering y a más de uno ya le cayó un bolso encima. Y cuando las mascarillas saltan como marionetas burlonas de un posible adios definitivo. Es en ese instante cuando te acuerdas que le prestaste cero atención a la jefa de cabina cuando te explicaba como ponértela, como sacártela y por cual terraplen te tienes que lanzar cuando el mar caribe te espere con los brazos abiertos. Igual que las fauces de esos adorables tiburones azules.

No. Indudablemente no tiene nada que ver con la erotizante y mítica "Emmanuelle", y el alucinante sexo en el baño del Boeing 737. Una fantasía que cruzó por las mentes de muchos. Y sigue cruzándose.
Como también el numerito con la mantequilla de Marlon Brando y la María Schneider en "El último tango en Paris"...1973.
Pero ese es otro cuento. Ibamos volando que yo recuerde.

Lo más novedoso y hasta insólito es el hecho de que durante las dos horas que estuvo el avión JetBlue sobrevolando Los Angeles gastando gasolina, los pasajeros tuvieron la ocasión de verse por televisión en vivo y directo desde el pequeño aparato frente a sus asientos, no muy cómodos (naturalmente) esperando el desenlace de su propia historia y que estaba sucediendo en tiempo real.
Orweliano. De otro espacio-tiempo.

La tripulación obviamente tuvo el tino apropiado para, justo antes de tomar loza en esas condiciones tan adversas (el tren delantero de aterrizaje absolutamente cruzado), apagar los televisores y la transmisión directa de CNN.
De tenerlos encendidos obviamente se hubieran escuchado los gritos " ...más a la derecha, más a la derecha, otro poquito...mantenga la nariz arriba..vamos bien...dele no más, dele..." como si estuvieran estacionando un auto en Chile.

De la que se libraron esas 160 personas fue de haber sido actores de un verdadero reality, de esos que acaban con todos eliminados en convivencia, yéndose la pantalla de tu vida bruscamente a negro, y donde , por última vez tu no podrás leer "The End".

1 comentario:

Anónimo dijo...

mmmm. ahora estoy de practicante en cnn... y la verdad es que de tino, poco.
frani