Tsunami.

Desenchufado.Unplugged.
Switch On-Off listo para ser presionado.

Las cosas van sanando. Lentas. Con dolor.
Hoy tuvimos una linda conversación con Beatriz.
Lo rico fue que ella habló más que yo. Yo estaba sorprendiéndome con su fuerza para tratar de explicarme lo inexplicable. Hay cosas que estan muy atrás en su memoria reciente. Otras no existen. Amnesia temporal post-traumática debiese llamarse.

La importancia de su propio tiempo, el disfrute de sus hijos, la reconciliación de pensamiento y obra con seres con los cuales guardabas distancias, el volver a pertenecer, son todas algunas de las nuevas actitudes y el nuevo mundo que deberá empezar a existir para ella. Es ella quien lo está dibujando, y con sus trazos, provocando el gran cambio que la vida a gritos le estaba pidiéndo. Reacción en cadena. Tsunami.

Antes de llegar y al salir, me deja pasmado el "afuera", la calle, el ansia de llegar primero que nos aturde, los bocinazos y la arrogancia mal educada de los "humanistas cristianos" que divagan conjugando el tener antes que el ser, o montan prepotentes sus carros de fuego 4x4. Verbalizan pomposa y agresivamente.
Se creen ganadores, se sienten ganadores.
Bajísimo nivel de conciencia.
Bastaría un solo remezón y estaríamos hablando de otra cosa, de otros temas. Mucho libro de auto-ayuda. Mucha columna de siquiatras y de delirantes leída. Suscripción segura al "Uno mismo". Exposición mediática con cabezas rapadas por la quimio y una vuelta de carnero obligada por las circunstancias.

Por eso el cambio de switch.
Para que la energía se canalice de otra forma y en otras cosas.
Para que la vida nunca deje de tener sentido.
Para que los partidos se ganen por goleada.
De puro amor.

Nunca dejo de agradecer que esta mañana desperté.
Y de recordar que estamos muy de paso por estos lados.
Que igual que hay un On, hay un Off.
Y que a veces salta el automático.